François Ozon suele sorprender año tras año con películas muy disímiles entre sí. En El refugio va todavía más allá y el cambio de género, clima y tono se da dentro del mismo film. Comienza con una secuencia en la que una pareja joven de clase media-alta de París, recibe la visita de un dealer que les vende heroína. Se inyectan una y otra vez, hasta que él muere y ella queda en coma. En el hospital descubren, además, que está embarazada. Luego de este arranque algo lúgubre el film se vuelve luminoso cuando ella se traslada a una casa de veraneo en un hermoso pueblo del País Vasco francés y allí es visitada por el hermano de su novio fallecido y entablarán una relación cada vez más íntima.
El refugio ganó el Premio Especial del Jurado en el Festival de San Sebastián 2009.