Tras el éxito mundial de "Borat", Sacha Baron Cohen interpreta a un mediático desesperado por conseguir fama a toda costa. Haciendo gala de su desenfrenado orgullo gay, y con cierta obsesión por el mundo de la moda y el culto al cuerpo, Bruno emprenderá un viaje con escalas en África, Medio oriente y Estados Unidos. Con un ritmo vertiginoso, la película acumula un sinfín de gags políticamente incorrectos, con bromas de tono racista, sexual y amoral. Un festín tan bizarro como desopilante.